AJAX es una forma de hacer que las páginas web se sientan más rápidas y cómodas de usar. Lo que hace es permitir que partes de una página cambien sin que tengas que recargarla por completo.

Por ejemplo, si estás viendo tus mensajes en una red social y de pronto aparece uno nuevo sin que toda la página se actualice o se vuelva a cargar, eso es gracias a AJAX. Funciona como una especie de “ayudante invisible” que se comunica con el servidor (la computadora donde está guardada la información) mientras tú sigues usando la página normalmente.

AJAX usa un lenguaje llamado JavaScript y se apoya en formatos para enviar y recibir datos, como JSON (una forma sencilla de organizar información). Todo esto pasa detrás de escena, sin que el usuario tenga que hacer nada. En resumen, AJAX hace que las páginas web funcionen de manera más fluida, como si respondieran al instante a lo que haces.